MILÁN – Desde la pandemia del COVID-19, China ha venido experimentando algo poco familiar: condiciones deflacionarias. En esta etapa del desarrollo económico de China, el crecimiento potencial del PIB probablemente esté en el rango del 5-6%. Pero la demanda agregada, con relación a la capacidad productiva, es demasiado baja para que se pueda concretar este potencial.
MILÁN – Desde la pandemia del COVID-19, China ha venido experimentando algo poco familiar: condiciones deflacionarias. En esta etapa del desarrollo económico de China, el crecimiento potencial del PIB probablemente esté en el rango del 5-6%. Pero la demanda agregada, con relación a la capacidad productiva, es demasiado baja para que se pueda concretar este potencial.