SHANGHAI – Cuando los economistas e historiadores occidentales analizan la espectacular transformación económica de China durante las últimas cuatro décadas, tienden a poner el acento en el gran aumento de la productividad liberado por el inicio de las reformas promercado en 1978. Pero no se ha examinado lo suficiente el papel que tuvo la élite política del país como factor clave de su conversión en potencia económica.
SHANGHAI – Cuando los economistas e historiadores occidentales analizan la espectacular transformación económica de China durante las últimas cuatro décadas, tienden a poner el acento en el gran aumento de la productividad liberado por el inicio de las reformas promercado en 1978. Pero no se ha examinado lo suficiente el papel que tuvo la élite política del país como factor clave de su conversión en potencia económica.