MADRID – No hay imagen que mejor refleje el panorama fluido de Oriente Medio que el apretón de manos en Pekín entre Alí Shamjani, secretario del consejo de seguridad iraní, y Musaad bin Mohammed Al Aiban, ministro de estado de Arabia Saudita, oficiado por un sonriente Wang Yi (alto mandatario de la diplomacia china). Celebraban un acuerdo mediado por China que restaura la relación diplomática entre el gobierno de los Ayatolás y el Reino Saudí. Lo relevante, sin embargo, es que retrata la consolidación de China como mediador en asuntos globales y subraya la pérdida de peso de los Estados Unidos en la región.
MADRID – No hay imagen que mejor refleje el panorama fluido de Oriente Medio que el apretón de manos en Pekín entre Alí Shamjani, secretario del consejo de seguridad iraní, y Musaad bin Mohammed Al Aiban, ministro de estado de Arabia Saudita, oficiado por un sonriente Wang Yi (alto mandatario de la diplomacia china). Celebraban un acuerdo mediado por China que restaura la relación diplomática entre el gobierno de los Ayatolás y el Reino Saudí. Lo relevante, sin embargo, es que retrata la consolidación de China como mediador en asuntos globales y subraya la pérdida de peso de los Estados Unidos en la región.