BEIJING – Desde que el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, decidió empezar a retirar las tropas americanas del Afganistán, el interés mundial por el papel que China desempeñará –si es que desempeña alguno– en la determinación del futuro de ese país asolado por la guerra ha aumentado espectacularmente. Al fin y al cabo, China no es un simple vecino del Afganistán, sino la potencia en ascenso más importante del mundo, una “potencia mundial”, en realidad, como Mike Mullen, Jefe del Estado Mayor Conjunto de los EE.UU., proclamó en Beijing el pasado mes de junio.
BEIJING – Desde que el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, decidió empezar a retirar las tropas americanas del Afganistán, el interés mundial por el papel que China desempeñará –si es que desempeña alguno– en la determinación del futuro de ese país asolado por la guerra ha aumentado espectacularmente. Al fin y al cabo, China no es un simple vecino del Afganistán, sino la potencia en ascenso más importante del mundo, una “potencia mundial”, en realidad, como Mike Mullen, Jefe del Estado Mayor Conjunto de los EE.UU., proclamó en Beijing el pasado mes de junio.