Al parecer, todo el mundo considera a China como la próxima gran potencia global. Un viaje a Beijing no cambia esa impresión. En medio del polvo, el ruido, las chispas de las soldadoras, las flotillas de revolvedoras de cemento y grúas de construcción está tomando forma el escenario de los Juegos Olímpicos de verano de 2008. El visitante se siente insignificante ante la magnitud caótica de esta empresa épica.
Al parecer, todo el mundo considera a China como la próxima gran potencia global. Un viaje a Beijing no cambia esa impresión. En medio del polvo, el ruido, las chispas de las soldadoras, las flotillas de revolvedoras de cemento y grúas de construcción está tomando forma el escenario de los Juegos Olímpicos de verano de 2008. El visitante se siente insignificante ante la magnitud caótica de esta empresa épica.