El vigésimo aniversario del accidente nuclear de Chernóbil, ocurrido el 26 de abril de 1986, está provocando una nueva ola de afirmaciones alarmistas sobre sus repercusiones en la salud humana y el medio ambiente. Como ha llegado a ser ritual en semejantes ocasiones conmemorativas, se le atribuyen centenares de miles de víctimas mortales y se preparan nuevos informes sobre elevadas tasas de cáncer, defectos al nacer y mortalidad total.
El vigésimo aniversario del accidente nuclear de Chernóbil, ocurrido el 26 de abril de 1986, está provocando una nueva ola de afirmaciones alarmistas sobre sus repercusiones en la salud humana y el medio ambiente. Como ha llegado a ser ritual en semejantes ocasiones conmemorativas, se le atribuyen centenares de miles de víctimas mortales y se preparan nuevos informes sobre elevadas tasas de cáncer, defectos al nacer y mortalidad total.