PRINCETON – Durante mi gira por los Estados Unidos para promocionar mi nuevo libro, The Life You Can Save: Acting Now to End World Poverty , con frecuencia me preguntan si no es éste un momento inadecuado para pedir a los pudientes que aumenten su esfuerzo para acabar con la pobreza en otros países. Respondo enfáticamente que no. No cabe duda de que la economía mundial tiene problemas, pero, si los gobiernos y las personas recurren a esa excusa para reducir la ayuda a los más pobres del mundo, lo único que harán será multiplicar la gravedad del problema para el mundo en conjunto.
PRINCETON – Durante mi gira por los Estados Unidos para promocionar mi nuevo libro, The Life You Can Save: Acting Now to End World Poverty , con frecuencia me preguntan si no es éste un momento inadecuado para pedir a los pudientes que aumenten su esfuerzo para acabar con la pobreza en otros países. Respondo enfáticamente que no. No cabe duda de que la economía mundial tiene problemas, pero, si los gobiernos y las personas recurren a esa excusa para reducir la ayuda a los más pobres del mundo, lo único que harán será multiplicar la gravedad del problema para el mundo en conjunto.