BUDAPEST – Este mes se cumplen 20 años de la reinhumación de Imre Nagy, el líder de la fallida revolución antisoviética de Hungría en 1956. La ceremonia, organizada por la oposición anticomunista húngara en el 31° aniversario de su ejecución atrajo a más de 100,000 asistentes y anunció el principio del fin del régimen esclerótico del país. Nosotros los húngaros, y Europa central en general, hemos avanzado mucho desde esos emocionantes tiempos, pero los últimos 20 años también nos han dado muchas razones para cuestionar el camino que tomamos.
BUDAPEST – Este mes se cumplen 20 años de la reinhumación de Imre Nagy, el líder de la fallida revolución antisoviética de Hungría en 1956. La ceremonia, organizada por la oposición anticomunista húngara en el 31° aniversario de su ejecución atrajo a más de 100,000 asistentes y anunció el principio del fin del régimen esclerótico del país. Nosotros los húngaros, y Europa central en general, hemos avanzado mucho desde esos emocionantes tiempos, pero los últimos 20 años también nos han dado muchas razones para cuestionar el camino que tomamos.