CAMBRIDGE – No hace falta ser un neurocientífico para entender que el cerebro determina lo que vemos al menos tanto como los objetos de percepción. Esto es aún más válido en el mundo social, que por lo general refleja conceptos –como libertad, democracia, corrupción o pobreza- que existen en nuestra mente antes de verlos. Pero si uno es economista, tiene la mente entrenada para ver al mundo a través de la capa adicional de los incentivos.
CAMBRIDGE – No hace falta ser un neurocientífico para entender que el cerebro determina lo que vemos al menos tanto como los objetos de percepción. Esto es aún más válido en el mundo social, que por lo general refleja conceptos –como libertad, democracia, corrupción o pobreza- que existen en nuestra mente antes de verlos. Pero si uno es economista, tiene la mente entrenada para ver al mundo a través de la capa adicional de los incentivos.