VIENA - Cuesta encontrar soluciones fáciles a las actuales dificultades financieras de Europa. La austeridad autoinfligida se ha topado con el descontento popular, que exige medidas más concretas para reactivar el crecimiento económico y crear puestos de trabajo. Los manifestantes expresan claramente la frustración generalizada con la profundización de la desigualdad, y su condena de los privilegios de la élite financiera mundial se acerca incómodamente a implicar también a los gobiernos.
VIENA - Cuesta encontrar soluciones fáciles a las actuales dificultades financieras de Europa. La austeridad autoinfligida se ha topado con el descontento popular, que exige medidas más concretas para reactivar el crecimiento económico y crear puestos de trabajo. Los manifestantes expresan claramente la frustración generalizada con la profundización de la desigualdad, y su condena de los privilegios de la élite financiera mundial se acerca incómodamente a implicar también a los gobiernos.