LONDRES – Si alguna vez pierde usted fe en el poder de la esperanza, por no mencionar la importancia de no rendirse jamás, piense en la historia de Mohammed Kosha, refugiado sirio de 16 años de edad que vive en el Líbano y ha superado para sobresalir en sus estudios obstáculos que la mayoría de nosotros apenas podemos imaginar. Los líderes mundiales deberían tomar nota.
LONDRES – Si alguna vez pierde usted fe en el poder de la esperanza, por no mencionar la importancia de no rendirse jamás, piense en la historia de Mohammed Kosha, refugiado sirio de 16 años de edad que vive en el Líbano y ha superado para sobresalir en sus estudios obstáculos que la mayoría de nosotros apenas podemos imaginar. Los líderes mundiales deberían tomar nota.