MANCHESTER – Se suponía que la elección que acaba de tener lugar en el Reino Unido iba a arrojar -como decía el eslogan de campaña del Partido Conservador- un gobierno "fuerte y estable". Terminó consiguiendo lo contrario: el resultado fue un parlamento sin una mayoría absoluta y la posibilidad de otra elección general más avanzado el año.
MANCHESTER – Se suponía que la elección que acaba de tener lugar en el Reino Unido iba a arrojar -como decía el eslogan de campaña del Partido Conservador- un gobierno "fuerte y estable". Terminó consiguiendo lo contrario: el resultado fue un parlamento sin una mayoría absoluta y la posibilidad de otra elección general más avanzado el año.