LONDRES – Una economía de tiempos de guerra es inherentemente una economía de escasez: como el gobierno necesita dirigir los recursos a la fabricación de armas, se produce menos manteca. Como la manteca se debe racionar para fabricar más armas, una economía de guerra puede conducir a un alza inflacionaria que exige que los responsables de las políticas recorten el consumo de la población para reducir el exceso de demanda.
LONDRES – Una economía de tiempos de guerra es inherentemente una economía de escasez: como el gobierno necesita dirigir los recursos a la fabricación de armas, se produce menos manteca. Como la manteca se debe racionar para fabricar más armas, una economía de guerra puede conducir a un alza inflacionaria que exige que los responsables de las políticas recorten el consumo de la población para reducir el exceso de demanda.