BRUSELAS – Los partidarios del Brexit (la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea) aseguran que su propuesta no supone casi costo alguno y que no afectaría al comercio internacional del Reino Unido. Se equivocan. Cuando el 23 de junio los votantes británicos emitan su opinión en el referendo, deberán reflexionar sobre las consecuencias reales de abandonar la UE y si podrán mantener los beneficios del libre comercio que hoy disfrutan (y dan por sentados).
BRUSELAS – Los partidarios del Brexit (la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea) aseguran que su propuesta no supone casi costo alguno y que no afectaría al comercio internacional del Reino Unido. Se equivocan. Cuando el 23 de junio los votantes británicos emitan su opinión en el referendo, deberán reflexionar sobre las consecuencias reales de abandonar la UE y si podrán mantener los beneficios del libre comercio que hoy disfrutan (y dan por sentados).