LONDRES – Día tras día, semana tras semana, la mayoría de los ciudadanos británicos piensan que la turbulencia por la salida de la Unión Europea propuesta por su país no puede empeorar. Pero, sin lugar a dudas, se pone peor. La turbulencia se convierte en un caos vergonzoso; una crisis política amenaza con transformarse en una crisis constitucional.
LONDRES – Día tras día, semana tras semana, la mayoría de los ciudadanos británicos piensan que la turbulencia por la salida de la Unión Europea propuesta por su país no puede empeorar. Pero, sin lugar a dudas, se pone peor. La turbulencia se convierte en un caos vergonzoso; una crisis política amenaza con transformarse en una crisis constitucional.