RIO DE JANEIRO – Con las elecciones presidenciales y estatales de Brasil a solo días de distancia, los ciudadanos del país están frustrados, desilusionados y enojados. Muchos están tomando las calles, disgustados por años de política cínica, corrupción impresionante, estancamiento económico y niveles obscenos de delincuencia. Aunque aproximadamente el 85% de los 147 millones de votantes de Brasil están de acuerdo en que el país va en la dirección equivocada, están más polarizados que nunca, tanto en el mundo online como en el offline. Estas profundas divisiones amenazan con exprimir la vida de la democracia en el país más grande de Sudamérica.
RIO DE JANEIRO – Con las elecciones presidenciales y estatales de Brasil a solo días de distancia, los ciudadanos del país están frustrados, desilusionados y enojados. Muchos están tomando las calles, disgustados por años de política cínica, corrupción impresionante, estancamiento económico y niveles obscenos de delincuencia. Aunque aproximadamente el 85% de los 147 millones de votantes de Brasil están de acuerdo en que el país va en la dirección equivocada, están más polarizados que nunca, tanto en el mundo online como en el offline. Estas profundas divisiones amenazan con exprimir la vida de la democracia en el país más grande de Sudamérica.