LONDRES – En el ámbito de la política fiscal, dos cosas han cambiado en los últimos años en todo el mundo. La primera es que las sostenidas bajas tasas de interés real han permitido que los gobiernos incurran en mayores déficits y endeudamiento. La segunda es que la pandemia del coronavirus ha hecho que sea imperativo emplear este espacio fiscal más amplio para proporcionar ayuda financiera a las familias y las empresas, como también para estimular la recuperación económica.
LONDRES – En el ámbito de la política fiscal, dos cosas han cambiado en los últimos años en todo el mundo. La primera es que las sostenidas bajas tasas de interés real han permitido que los gobiernos incurran en mayores déficits y endeudamiento. La segunda es que la pandemia del coronavirus ha hecho que sea imperativo emplear este espacio fiscal más amplio para proporcionar ayuda financiera a las familias y las empresas, como también para estimular la recuperación económica.