SÃO PAULO – El Brasil ha cambiado espectacularmente en los quince últimos años. Ha dado a su economía la orientación adecuada, ha reducido la pobreza, la disminuido la desigualdad y ha consolidado su democracia. Los fantasmas del pasado –autoritarismo, persecución política y censura- han quedado atrás, después de que la democracia brasileña pasara con éxito por pruebas importantes como un proceso por desafuero a un presidente y el ascenso a la presidencia de un antiguo dirigente sindical.
SÃO PAULO – El Brasil ha cambiado espectacularmente en los quince últimos años. Ha dado a su economía la orientación adecuada, ha reducido la pobreza, la disminuido la desigualdad y ha consolidado su democracia. Los fantasmas del pasado –autoritarismo, persecución política y censura- han quedado atrás, después de que la democracia brasileña pasara con éxito por pruebas importantes como un proceso por desafuero a un presidente y el ascenso a la presidencia de un antiguo dirigente sindical.