SAN PABLO – Brasil se enfrenta a una triple crisis: una grave recesión económica, un escándalo de corrupción que involucra a personas en los puestos de mando más altos de los ámbitos económicos y políticos, y una crisis gubernamental que pronto puede culminar con la destitución de la presidenta Dilma Rousseff. Independientemente de si se retira o no a Rousseff del poder, el cuestionamiento fundamental que plantea la amenaza de destitución o impeachment – relativo a la forma en la que Rousseff gestiona la política fiscal del país – enfatiza la necesidad de reformar las instituciones económicas de Brasil.
SAN PABLO – Brasil se enfrenta a una triple crisis: una grave recesión económica, un escándalo de corrupción que involucra a personas en los puestos de mando más altos de los ámbitos económicos y políticos, y una crisis gubernamental que pronto puede culminar con la destitución de la presidenta Dilma Rousseff. Independientemente de si se retira o no a Rousseff del poder, el cuestionamiento fundamental que plantea la amenaza de destitución o impeachment – relativo a la forma en la que Rousseff gestiona la política fiscal del país – enfatiza la necesidad de reformar las instituciones económicas de Brasil.