BRASILIA – A fines de febrero, tras treinta años de debates en el Congreso brasileño, entró en vigor la Ley Complementaria N.º 179, que otorga «autonomía técnica, operativa, administrativa y financiera» al Banco Central de Brasil (BCB). Tan divisiva ha sido la cuestión que hubo que reemplazar el término tradicional «independencia» por otro políticamente más aceptable, «autonomía». Pero a pesar de esta y otras concesiones, al día siguiente de la promulgación, dos partidos políticos plantearon una demanda de inconstitucionalidad ante la Corte Suprema.
BRASILIA – A fines de febrero, tras treinta años de debates en el Congreso brasileño, entró en vigor la Ley Complementaria N.º 179, que otorga «autonomía técnica, operativa, administrativa y financiera» al Banco Central de Brasil (BCB). Tan divisiva ha sido la cuestión que hubo que reemplazar el término tradicional «independencia» por otro políticamente más aceptable, «autonomía». Pero a pesar de esta y otras concesiones, al día siguiente de la promulgación, dos partidos políticos plantearon una demanda de inconstitucionalidad ante la Corte Suprema.