MADRID – Cuando los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea se reúnan el 22 de febrero, tendrán que enfrentar las consecuencias políticas de la visita desafortunada a Moscú de Josep Borrell, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. Es de esperar que las deliberaciones catalicen el progreso tan necesario a la hora de desarrollar una política europea coherente para con Rusia.
MADRID – Cuando los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea se reúnan el 22 de febrero, tendrán que enfrentar las consecuencias políticas de la visita desafortunada a Moscú de Josep Borrell, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. Es de esperar que las deliberaciones catalicen el progreso tan necesario a la hora de desarrollar una política europea coherente para con Rusia.