LONDRES – Ahora que Boris Johnson hizo realidad su ambición de toda la vida de convertirse en primer ministro del Reino Unido, la tragicomedia del Brexit se acerca al clímax. El resto de la Unión Europea lo vio con mal disimulado horror, pero la apoteosis de Johnson trae consigo una mala y una buena noticia.
LONDRES – Ahora que Boris Johnson hizo realidad su ambición de toda la vida de convertirse en primer ministro del Reino Unido, la tragicomedia del Brexit se acerca al clímax. El resto de la Unión Europea lo vio con mal disimulado horror, pero la apoteosis de Johnson trae consigo una mala y una buena noticia.