La ley "complementaria de emergencia" que prevé 82 mil millones de dólares para financiar las operaciones militares estadounidenses en Irak y Afganistán colocan a Estados Unidos como un país que gasta más en poder militar que lo que se requiere anualmente para permitir que cada niño en el mundo reciba en una década tanto educación primaria como secundaria. Claramente, el punto no es si la educación universal es asequible sino si Estados Unidos y el resto del mundo pueden permitirse prescindir de los beneficios políticos, económicos, sociales y de salud que conlleva el educar a alrededor de 380 mil millones de niños en todo el planeta que actualmente no asisten a la escuela.
La ley "complementaria de emergencia" que prevé 82 mil millones de dólares para financiar las operaciones militares estadounidenses en Irak y Afganistán colocan a Estados Unidos como un país que gasta más en poder militar que lo que se requiere anualmente para permitir que cada niño en el mundo reciba en una década tanto educación primaria como secundaria. Claramente, el punto no es si la educación universal es asequible sino si Estados Unidos y el resto del mundo pueden permitirse prescindir de los beneficios políticos, económicos, sociales y de salud que conlleva el educar a alrededor de 380 mil millones de niños en todo el planeta que actualmente no asisten a la escuela.