NUEVA DELHI – Medio siglo antes de la invención del correo electrónico, T. S. Eliot preguntó: “¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido con el conocimiento? ¿Dónde está el conocimiento que hemos perdido con la información?” Si hoy siguiera vivo podría haber añadido, al mirar un buzón de entrada en la pantalla parpadeante de un ordenador, “¿Dónde está la información que hemos perdido con las trivialidades?”
NUEVA DELHI – Medio siglo antes de la invención del correo electrónico, T. S. Eliot preguntó: “¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido con el conocimiento? ¿Dónde está el conocimiento que hemos perdido con la información?” Si hoy siguiera vivo podría haber añadido, al mirar un buzón de entrada en la pantalla parpadeante de un ordenador, “¿Dónde está la información que hemos perdido con las trivialidades?”