BOSTON – Si un ciberataque derrumbara a la economía global, desconectara efectivamente a ciudades importantes como Nueva York y pusiera millones de vidas en riesgo, los gobiernos y las instituciones en todo el mundo sin duda responderían invirtiendo profusamente en capacidades defensivas. Reforzarían su ciberseguridad, instalarían nuevas salvaguardas y recopilarían datos e inteligencia sobre futuras amenazas –como muchos ya lo hacen en respuesta a actos de guerra cibernética.
BOSTON – Si un ciberataque derrumbara a la economía global, desconectara efectivamente a ciudades importantes como Nueva York y pusiera millones de vidas en riesgo, los gobiernos y las instituciones en todo el mundo sin duda responderían invirtiendo profusamente en capacidades defensivas. Reforzarían su ciberseguridad, instalarían nuevas salvaguardas y recopilarían datos e inteligencia sobre futuras amenazas –como muchos ya lo hacen en respuesta a actos de guerra cibernética.