SEATTLE – Bono llama al economista Jeffrey Sachs “la rueda crujiente que ruje”. Para mí, Sachs es el Bono de la economía: una persona con una inteligencia, una pasión y una capacidad de persuasión impresionantes y que está dedicando sus dotes a hablar en pro de los pueblos más pobres del planeta. Así, pues, no me sorprendió que un periodista considerara a Sachs un convincente protagonista de un libro... y una forma apropiada de interesar a los lectores en el tema, posiblemente árido, del desarrollo internacional.
SEATTLE – Bono llama al economista Jeffrey Sachs “la rueda crujiente que ruje”. Para mí, Sachs es el Bono de la economía: una persona con una inteligencia, una pasión y una capacidad de persuasión impresionantes y que está dedicando sus dotes a hablar en pro de los pueblos más pobres del planeta. Así, pues, no me sorprendió que un periodista considerara a Sachs un convincente protagonista de un libro... y una forma apropiada de interesar a los lectores en el tema, posiblemente árido, del desarrollo internacional.