LONDRES – Hace mucho tiempo que las empresas tienen que gestionar el “riesgo de la persona clave”, llegando inclusive a contratar seguros contra la posibilidad de perder a sus altos ejecutivos por muerte, enfermedad o lesiones. Pero el colapso de la bolsa de criptomonedas FTX, el derrumbe del precio de las acciones de Meta y el caos de Twitter luego de ser comprada por Elon Musk sugieren que la “persona clave” puede plantear un tipo muy diferente de peligro. Llamémoslo riesgo del “fundador napoleónico”. Quizá los inversores y los prestadores deberían exigir una prima para cubrir el riesgo de que un empresario estrella algún día se convierta en un dictador ególatra, quemando dinero en el camino.
LONDRES – Hace mucho tiempo que las empresas tienen que gestionar el “riesgo de la persona clave”, llegando inclusive a contratar seguros contra la posibilidad de perder a sus altos ejecutivos por muerte, enfermedad o lesiones. Pero el colapso de la bolsa de criptomonedas FTX, el derrumbe del precio de las acciones de Meta y el caos de Twitter luego de ser comprada por Elon Musk sugieren que la “persona clave” puede plantear un tipo muy diferente de peligro. Llamémoslo riesgo del “fundador napoleónico”. Quizá los inversores y los prestadores deberían exigir una prima para cubrir el riesgo de que un empresario estrella algún día se convierta en un dictador ególatra, quemando dinero en el camino.