LONDRES – En una entrevista que le dio a principios de año al Wall Street Journal, David Feinberg (director de Google Health y fanático confeso de la astrología) expresó entusiasta: «Si coincide conmigo en que lo único que hacemos es organizar la información para facilitar el trabajo de los médicos, le diré, aunque suene paternalista, que jamás permitiré que el usuario elija no participar». Es decir, pronto los pacientes no podrán evitar que les manden horóscopos médicos personalizados, sobre la base de sus historias clínicas y de inferencias extraídas de un conjunto cada vez más voluminoso de registros de pacientes. Pero aun suponiendo que queramos vivir en un mundo semejante, hay que examinar con mucha atención lo que los defensores de la tecnomedicina realmente están vendiendo.
LONDRES – En una entrevista que le dio a principios de año al Wall Street Journal, David Feinberg (director de Google Health y fanático confeso de la astrología) expresó entusiasta: «Si coincide conmigo en que lo único que hacemos es organizar la información para facilitar el trabajo de los médicos, le diré, aunque suene paternalista, que jamás permitiré que el usuario elija no participar». Es decir, pronto los pacientes no podrán evitar que les manden horóscopos médicos personalizados, sobre la base de sus historias clínicas y de inferencias extraídas de un conjunto cada vez más voluminoso de registros de pacientes. Pero aun suponiendo que queramos vivir en un mundo semejante, hay que examinar con mucha atención lo que los defensores de la tecnomedicina realmente están vendiendo.