LONDRES – Vacunar a las poblaciones africanas contra el COVID-19 ha resultado ser una tarea difícil. Mientras que el continente en algún momento tuvo que lidiar con una escasez de vacunas, ahora enfrenta una falta de atención. En general se percibe que la pandemia del COVID-19 ha terminado, y algunos analistas hoy en día sostienen que los países africanos deberían reducir sus metas de vacunación contra el COVID-19 y dirigir sus recursos hacia prioridades más urgentes, entre ellas otros brotes de enfermedades (como la enfermedad por el virus de Marburgo y el ébola) e inmunización de rutina. Esto sería un error.
LONDRES – Vacunar a las poblaciones africanas contra el COVID-19 ha resultado ser una tarea difícil. Mientras que el continente en algún momento tuvo que lidiar con una escasez de vacunas, ahora enfrenta una falta de atención. En general se percibe que la pandemia del COVID-19 ha terminado, y algunos analistas hoy en día sostienen que los países africanos deberían reducir sus metas de vacunación contra el COVID-19 y dirigir sus recursos hacia prioridades más urgentes, entre ellas otros brotes de enfermedades (como la enfermedad por el virus de Marburgo y el ébola) e inmunización de rutina. Esto sería un error.