WINCHESTER, RU – Haram Lubnan, pobre Líbano. Como si dar albergue a más de un millón de refugiados de la guerra en la vecina Siria, una economía en caída libre y la COVID‑19 no fueran suficiente, ahora la catastrófica destrucción del puerto de Beirut dejó más de 150 muertos, más de 6000 heridos y unas 300 000 personas (el 5% de la población) sin hogar. ¿Qué pondrá fin a este historial de sufrimiento, para un país cuya capital se vio otrora como la París de Medio Oriente?
WINCHESTER, RU – Haram Lubnan, pobre Líbano. Como si dar albergue a más de un millón de refugiados de la guerra en la vecina Siria, una economía en caída libre y la COVID‑19 no fueran suficiente, ahora la catastrófica destrucción del puerto de Beirut dejó más de 150 muertos, más de 6000 heridos y unas 300 000 personas (el 5% de la población) sin hogar. ¿Qué pondrá fin a este historial de sufrimiento, para un país cuya capital se vio otrora como la París de Medio Oriente?