CHICAGO – El capital mundial no para. Como unos tipos de interés bajísimos en los países industriales envían capital por todo el mundo en busca de rendimientos mayores, varios bancos centrales de países con mercados en ascenso están interviniendo intensamente, comprando las entradas de capitales extranjeros y reexportándolos para impedir que sus divisas se aprecien. Otros han estado imponiendo controles de capital de un tipo o de otro. En las últimas semanas, el Japón ha pasado a ser la primera gran economía industrial que ha intervenido directamente en los mercados de divisas.
CHICAGO – El capital mundial no para. Como unos tipos de interés bajísimos en los países industriales envían capital por todo el mundo en busca de rendimientos mayores, varios bancos centrales de países con mercados en ascenso están interviniendo intensamente, comprando las entradas de capitales extranjeros y reexportándolos para impedir que sus divisas se aprecien. Otros han estado imponiendo controles de capital de un tipo o de otro. En las últimas semanas, el Japón ha pasado a ser la primera gran economía industrial que ha intervenido directamente en los mercados de divisas.