MILÁN – Tal vez algún día recordaremos el espectáculo del interrogatorio al director ejecutivo de TikTok, Shou Zi Chew, que tuvo lugar el 23 de marzo en el Congreso estadounidense, como un punto de inflexión en la historia de la globalización. Durante más de cinco horas de agresivos cuestionamientos, Chew —que no es chino sino Singapurense— defendió magníficamente el hecho de que su empresa sea China frente a la limitada comprensión del mundo tecnológico que tiene el Congreso.
MILÁN – Tal vez algún día recordaremos el espectáculo del interrogatorio al director ejecutivo de TikTok, Shou Zi Chew, que tuvo lugar el 23 de marzo en el Congreso estadounidense, como un punto de inflexión en la historia de la globalización. Durante más de cinco horas de agresivos cuestionamientos, Chew —que no es chino sino Singapurense— defendió magníficamente el hecho de que su empresa sea China frente a la limitada comprensión del mundo tecnológico que tiene el Congreso.