WASHINGTON, DC – Lo sucedido estos últimos tres meses en Ucrania (igual que la anexión rusa de Crimea y su incursión en el este de Ucrania en 2014, la invasión estadounidense de Irak en 2003 y la larga guerra por intermediarios en Siria) refuta la afirmación de que las armas nucleares evitan guerras. La disuasión nuclear puede impedir una guerra directa entre potencias nucleares, y puede impedir que las guerras por intermediarios escalen y se extiendan al Atlántico Norte o al Pacífico. Pero es igualmente posible que la disuasión nuclear haya sido causa de guerras y fuente de impunidad para líderes nacionales.
WASHINGTON, DC – Lo sucedido estos últimos tres meses en Ucrania (igual que la anexión rusa de Crimea y su incursión en el este de Ucrania en 2014, la invasión estadounidense de Irak en 2003 y la larga guerra por intermediarios en Siria) refuta la afirmación de que las armas nucleares evitan guerras. La disuasión nuclear puede impedir una guerra directa entre potencias nucleares, y puede impedir que las guerras por intermediarios escalen y se extiendan al Atlántico Norte o al Pacífico. Pero es igualmente posible que la disuasión nuclear haya sido causa de guerras y fuente de impunidad para líderes nacionales.