BRUSELAS – Quienes se oponen al acercamiento occidental al Kazajstán citan la falta de derechos humanos y políticos en ese país, pero, si bien el Kazajstán no se ha internado por la senda de las “revoluciones de colores” hacia la democracia que otras repúblicas postsoviéticas, como Ucrania y Georgia, han seguido, su timidez con la reforma no justifica su asilamiento.
BRUSELAS – Quienes se oponen al acercamiento occidental al Kazajstán citan la falta de derechos humanos y políticos en ese país, pero, si bien el Kazajstán no se ha internado por la senda de las “revoluciones de colores” hacia la democracia que otras repúblicas postsoviéticas, como Ucrania y Georgia, han seguido, su timidez con la reforma no justifica su asilamiento.