El jueves pasado, los jueces del Tribunal Central de Yakarta, Indonesia me sentenciaron a un año de prisión. Como editor en jefe del Tempo Weekly Newsmagazine, soy culpable, según el tribunal, de difamar a un magnate empresarial llamado Tomy Winata por insinuar su posible participación en un incendio en el mercado textil del Sureste Asiático de Yakarta y de promover disturbios difundiendo mentiras. ¿Será que mi caso, y otros parecidos, presagian el final de otro experimento democrático de corta duración en Indonesia?
El jueves pasado, los jueces del Tribunal Central de Yakarta, Indonesia me sentenciaron a un año de prisión. Como editor en jefe del Tempo Weekly Newsmagazine, soy culpable, según el tribunal, de difamar a un magnate empresarial llamado Tomy Winata por insinuar su posible participación en un incendio en el mercado textil del Sureste Asiático de Yakarta y de promover disturbios difundiendo mentiras. ¿Será que mi caso, y otros parecidos, presagian el final de otro experimento democrático de corta duración en Indonesia?