NUEVA YORK – El mundo enfrenta crisis múltiples cada vez más serias, desde el COVID-19, la energía, la inflación, la deuda y los shocks climáticos hasta los costos de vida imposibles de afrontar y la inestabilidad política. La necesidad de una acción ambiciosa no puede ser mayor. Sin embargo, el regreso de políticas fallidas como la austeridad, hoy llamada “restricción fiscal” o “consolidación fiscal”, y una falta de tributación efectiva y de iniciativas de reducción de la deuda amenazan con exacerbar la inestabilidad macroeconómica y las penurias cotidianas que enfrentan miles de millones de personas. A menos que los responsables de las políticas cambien el curso, una “pandemia de austeridad” hará que la recuperación económica global resulte aún más difícil.
NUEVA YORK – El mundo enfrenta crisis múltiples cada vez más serias, desde el COVID-19, la energía, la inflación, la deuda y los shocks climáticos hasta los costos de vida imposibles de afrontar y la inestabilidad política. La necesidad de una acción ambiciosa no puede ser mayor. Sin embargo, el regreso de políticas fallidas como la austeridad, hoy llamada “restricción fiscal” o “consolidación fiscal”, y una falta de tributación efectiva y de iniciativas de reducción de la deuda amenazan con exacerbar la inestabilidad macroeconómica y las penurias cotidianas que enfrentan miles de millones de personas. A menos que los responsables de las políticas cambien el curso, una “pandemia de austeridad” hará que la recuperación económica global resulte aún más difícil.