BERLÍN – La historia geopolítica de los últimos años muestra un despertar gradual de las democracias occidentales a la realidad de una China cada vez más ambiciosa y autoritaria. Los países europeos pasaron de competir entre sí por ser el mejor amigo de China a compartir la visión de este país como un desafío profundo y multifacético.
BERLÍN – La historia geopolítica de los últimos años muestra un despertar gradual de las democracias occidentales a la realidad de una China cada vez más ambiciosa y autoritaria. Los países europeos pasaron de competir entre sí por ser el mejor amigo de China a compartir la visión de este país como un desafío profundo y multifacético.