De entrada hay que establecer una diferencia. Néstor Kirchner, esposo de Cristina y presidente hasta el 10 de diciembre, no quiso buscar la reelección pese a que estaba habilitado por la ley y contaba con una intención de voto aún superior a la de ella. Según sus allegados, quiso evitar el síndrome del “pato rengo“: la pérdida de poder que sobreviene al final de un segundo período de gobierno. En esa misma, complicada, explicación está la intención: dentro de cuatro años posiblemente Cristina quiera evitar ser un “pato rengo“ y le pasará la posta a Néstor, quien a su vez se retirará a los cuatro años para no ser un “pato rengo“, y así sucesivamente...
De entrada hay que establecer una diferencia. Néstor Kirchner, esposo de Cristina y presidente hasta el 10 de diciembre, no quiso buscar la reelección pese a que estaba habilitado por la ley y contaba con una intención de voto aún superior a la de ella. Según sus allegados, quiso evitar el síndrome del “pato rengo“: la pérdida de poder que sobreviene al final de un segundo período de gobierno. En esa misma, complicada, explicación está la intención: dentro de cuatro años posiblemente Cristina quiera evitar ser un “pato rengo“ y le pasará la posta a Néstor, quien a su vez se retirará a los cuatro años para no ser un “pato rengo“, y así sucesivamente...