WASHINGTON, DC – Imagine a un hombre que haya vivido de manera demasiado extravagante y quien, con el pasar del tiempo, debe acudir al médico para recibir tratamiento por que sufre una enfermedad aguda, junto con varias otras afecciones crónicas. El médico receta a su paciente un tratamiento de antibióticos de diez días de duración, y le aconseja comenzar a cuidarse mejor. Después de tomar las píldoras durante tres días y seguir las instrucciones del médico, el hombre se siente mucho mejor. Sin embargo, también siente que la vida tranquila es dolorosa, así que olvida los consejos de su médico y los medicamentos, y no sólo retoma, sino que redobla su vida de libertinajes.
WASHINGTON, DC – Imagine a un hombre que haya vivido de manera demasiado extravagante y quien, con el pasar del tiempo, debe acudir al médico para recibir tratamiento por que sufre una enfermedad aguda, junto con varias otras afecciones crónicas. El médico receta a su paciente un tratamiento de antibióticos de diez días de duración, y le aconseja comenzar a cuidarse mejor. Después de tomar las píldoras durante tres días y seguir las instrucciones del médico, el hombre se siente mucho mejor. Sin embargo, también siente que la vida tranquila es dolorosa, así que olvida los consejos de su médico y los medicamentos, y no sólo retoma, sino que redobla su vida de libertinajes.