LONDRES – En noviembre, la lucha contra las infecciones resistentes a los medicamentos sufrió un revés. Un grupo de científicos anunció el descubrimiento de bacterias resistentes a la colistina, un antibiótico que se suele usar como último recurso. Aún más alarmante resulta haber descubierto que el gen que permite esa resistencia es capaz de migrar de una cepa a otra, lo que implica que otros tipos de infecciones también podrían dejar de ser tratables. El anunció indujo a los expertos en salud pública a redoblar sus advertencias sobre el riesgo que corre el mundo de caer en una mortal era posantibióticos.
LONDRES – En noviembre, la lucha contra las infecciones resistentes a los medicamentos sufrió un revés. Un grupo de científicos anunció el descubrimiento de bacterias resistentes a la colistina, un antibiótico que se suele usar como último recurso. Aún más alarmante resulta haber descubierto que el gen que permite esa resistencia es capaz de migrar de una cepa a otra, lo que implica que otros tipos de infecciones también podrían dejar de ser tratables. El anunció indujo a los expertos en salud pública a redoblar sus advertencias sobre el riesgo que corre el mundo de caer en una mortal era posantibióticos.