WASHINGTON, DC – La guerra civil siria ha llegado a ser un problema horriblemente complicado. Cuando las partes se preparan para reunirse en Ginebra con miras a celebrar la segunda ronda de conversaciones de paz patrocinadas por las Naciones Unidas, el Gobierno ha lanzado despiadados ataques con barriles-bomba en Alepo y otras ciudades; grupos rebeldes islamistas más moderados, incluido el Ejército Sirio Libre, están en guerra abiertamente con las filiales de Al Qaeda y ahora los grupos vinculados con esta última están luchando entre sí.
WASHINGTON, DC – La guerra civil siria ha llegado a ser un problema horriblemente complicado. Cuando las partes se preparan para reunirse en Ginebra con miras a celebrar la segunda ronda de conversaciones de paz patrocinadas por las Naciones Unidas, el Gobierno ha lanzado despiadados ataques con barriles-bomba en Alepo y otras ciudades; grupos rebeldes islamistas más moderados, incluido el Ejército Sirio Libre, están en guerra abiertamente con las filiales de Al Qaeda y ahora los grupos vinculados con esta última están luchando entre sí.