WASHINGTON, DC – En muchos países, es tiempo de graduaciones; un tiempo en el que una nueva generación de jóvenes brillantes y afortunados se pondrá sus birretes y sus togas, recibirá sus diplomas y oirá los consejos de sus mayores. Los discursos de graduación de muchos oradores harán hincapié en los logros de los nuevos graduados; otros recalcarán los desafíos que las futuras carreras les presentarán. Pero estas ceremonias académicas suelen pasar por alto un elemento crucial del éxito y la felicidad: la familia.
WASHINGTON, DC – En muchos países, es tiempo de graduaciones; un tiempo en el que una nueva generación de jóvenes brillantes y afortunados se pondrá sus birretes y sus togas, recibirá sus diplomas y oirá los consejos de sus mayores. Los discursos de graduación de muchos oradores harán hincapié en los logros de los nuevos graduados; otros recalcarán los desafíos que las futuras carreras les presentarán. Pero estas ceremonias académicas suelen pasar por alto un elemento crucial del éxito y la felicidad: la familia.