MADRID – A primera vista, se diría que todo Oriente Medio -entendido en su más amplio sentido geográfico- se dirige hacia el caos. Mientras la guerra civil sigue causando estragos en Siria, sus vecinos -especialmente Jordania y el siempre frágil Líbano– se ven lastrados por más de dos millones de refugiados. En Libia, la anarquía tribal amenaza la mayor parte de su territorio, y el débil régimen afgano se prepara con aprehensión para la retirada de la OTAN en 2014. El Gobierno egipcio respaldado por los militares ha prorrogado el estado de emergencia, mientras Irak padece un aumento de la violencia sectaria, con cerca de 5.000 civiles muertos y aproximadamente 12.000 heridos en lo que va de año.
MADRID – A primera vista, se diría que todo Oriente Medio -entendido en su más amplio sentido geográfico- se dirige hacia el caos. Mientras la guerra civil sigue causando estragos en Siria, sus vecinos -especialmente Jordania y el siempre frágil Líbano– se ven lastrados por más de dos millones de refugiados. En Libia, la anarquía tribal amenaza la mayor parte de su territorio, y el débil régimen afgano se prepara con aprehensión para la retirada de la OTAN en 2014. El Gobierno egipcio respaldado por los militares ha prorrogado el estado de emergencia, mientras Irak padece un aumento de la violencia sectaria, con cerca de 5.000 civiles muertos y aproximadamente 12.000 heridos en lo que va de año.