MADRID – La propagación del virus del ébola, una de las mayores preocupaciones que han asolado el mundo este verano, ha monopolizado el debate sobre África y reverdecido nociones vetustas de desorden y desesperación en un momento en que emergía la imagen de un África dinámica. La realidad es que razones de peso sustentan una visión optimista sobre el futuro de la región.
MADRID – La propagación del virus del ébola, una de las mayores preocupaciones que han asolado el mundo este verano, ha monopolizado el debate sobre África y reverdecido nociones vetustas de desorden y desesperación en un momento en que emergía la imagen de un África dinámica. La realidad es que razones de peso sustentan una visión optimista sobre el futuro de la región.