KIEV – Europa ha vivido recientemente dos elecciones decisivas, con resultados muy distintos. Mientras las elecciones presidenciales en Ucrania han sido ampliamente aclamadas como el fin del comienzo de la transición política de este país, las elecciones al Parlamento Europeo han sido vistas como el principio del fin de la idea de una unión cada vez más estrecha. La opinión pública europea ha reaccionado con contundencia a lo que percibe como excesos de integración. Estas dos elecciones, que tuvieron lugar el mismo día, no son sólo importantes por lo que dicen sobre la situación interna de Ucrania y de la UE sino por lo que una comparación entre las dos transmite. Si la UE y Ucrania quieren evitar pasos en falso en el futuro, deben aprender de las lecciones que dejan tras de sí los comicios del 25 de mayo.
KIEV – Europa ha vivido recientemente dos elecciones decisivas, con resultados muy distintos. Mientras las elecciones presidenciales en Ucrania han sido ampliamente aclamadas como el fin del comienzo de la transición política de este país, las elecciones al Parlamento Europeo han sido vistas como el principio del fin de la idea de una unión cada vez más estrecha. La opinión pública europea ha reaccionado con contundencia a lo que percibe como excesos de integración. Estas dos elecciones, que tuvieron lugar el mismo día, no son sólo importantes por lo que dicen sobre la situación interna de Ucrania y de la UE sino por lo que una comparación entre las dos transmite. Si la UE y Ucrania quieren evitar pasos en falso en el futuro, deben aprender de las lecciones que dejan tras de sí los comicios del 25 de mayo.