ZÚRICH – Hace dos semanas, los líderes del G-20 se comprometieron a trabajar juntos para hacer frente a una de las amenazas a la seguridad más urgentes y desconcertantes del mundo: la resistencia antimicrobiana (RAM) -un adversario feroz y en evolución contra el cual las armas terapéuticas convencionales no sirven de nada.
ZÚRICH – Hace dos semanas, los líderes del G-20 se comprometieron a trabajar juntos para hacer frente a una de las amenazas a la seguridad más urgentes y desconcertantes del mundo: la resistencia antimicrobiana (RAM) -un adversario feroz y en evolución contra el cual las armas terapéuticas convencionales no sirven de nada.