WASHINGTON DC – La lucha contra la COVID-19 y el cambio climático comparten, en su centro, la misma tensión profunda, especialmente en las democracias: en ambos casos las medidas necesarias para que todos nos salvemos implican costos que amplían las desigualdades existentes. En una época en la que Estados Unidos y otras democracias necesitan solidaridad, la agitación y división civil resultantes alimentan (y están siendo alimentadas) por el populismo.
WASHINGTON DC – La lucha contra la COVID-19 y el cambio climático comparten, en su centro, la misma tensión profunda, especialmente en las democracias: en ambos casos las medidas necesarias para que todos nos salvemos implican costos que amplían las desigualdades existentes. En una época en la que Estados Unidos y otras democracias necesitan solidaridad, la agitación y división civil resultantes alimentan (y están siendo alimentadas) por el populismo.