Desde su victoria en la Guerra Fría, la hegemonía global de Estados Unidos se basó en tres pilares: el poder económico, el poderío militar y una enorme capacidad para exportar su cultura popular. El reciente surgimiento de otras potencias -la Unión Europea, China, India y una Rusia que se propuso recuperar el status perdido- erosionó la capacidad de Estados Unidos de forjar los hechos de manera unilateral.
Desde su victoria en la Guerra Fría, la hegemonía global de Estados Unidos se basó en tres pilares: el poder económico, el poderío militar y una enorme capacidad para exportar su cultura popular. El reciente surgimiento de otras potencias -la Unión Europea, China, India y una Rusia que se propuso recuperar el status perdido- erosionó la capacidad de Estados Unidos de forjar los hechos de manera unilateral.