Nueva York – En 1981 el presidente estadounidense Ronald Reagan llegó al cargo con una declaración famosa: «El gobierno no es la solución a nuestro problema. El gobierno es el problema». Parece que treinta y dos años y cuatro presidentes más tarde, el reciente discurso inaugural de Barack Obama, con su grandilocuente apoyo a una mayor intervención estatal en los desafíos estadounidenses –y mundiales– más urgentes puede bajar el telón de esa era.
Nueva York – En 1981 el presidente estadounidense Ronald Reagan llegó al cargo con una declaración famosa: «El gobierno no es la solución a nuestro problema. El gobierno es el problema». Parece que treinta y dos años y cuatro presidentes más tarde, el reciente discurso inaugural de Barack Obama, con su grandilocuente apoyo a una mayor intervención estatal en los desafíos estadounidenses –y mundiales– más urgentes puede bajar el telón de esa era.