NUEVA YORK – La política nacional en Estados Unidos se ha vuelto esclava de indicadores macroeconómicos que tienen poca relación con el bienestar real. Para muchos comentaristas, la instantánea de una tasa de crecimiento del 3,2% durante el primer trimestre de 2019, combinada con una caída del índice de desempleo al 3,6% en abril, implica la reivindicación de las políticas económicas del presidente Donald Trump y, según algunos, aumenta sus chances de reelección.
NUEVA YORK – La política nacional en Estados Unidos se ha vuelto esclava de indicadores macroeconómicos que tienen poca relación con el bienestar real. Para muchos comentaristas, la instantánea de una tasa de crecimiento del 3,2% durante el primer trimestre de 2019, combinada con una caída del índice de desempleo al 3,6% en abril, implica la reivindicación de las políticas económicas del presidente Donald Trump y, según algunos, aumenta sus chances de reelección.